Cuando comenzamos a pensar en nuestro pasado es inevitable pensar
en enseñanzas que nos han marcado durante nuestra vida, o los hábitos que hemos
adquirido a lo largo de nuestra historia influenciados sin duda por nuestro
entorno, pero sabemos realmente ¿Que son los hábitos? Según la Real Academia
Española los hábitos son “Un modo
especial de proceder o conducirse adquiridos por repetición de actos iguales o
semejantes u organizando por tendencias intuitivas” (RAE 2015). Nuestros hábitos se han ido formando desde
pequeños, son nuestros padres quienes en
muchos casos nos inculcan los buenos hábitos, y también nos enseñan a reconocer
cuales son aquellos hábitos nocivos para la salud, según Munguía (2013) nos
plantea que “Los buenos hábitos crean
recompensas positivas que nos conducen al éxito, los malos hábitos producen
resultados negativos y tomamos conciencia de ello cuando es demasiado tarde” entonces
frente a esta declaración es inevitable reflexionar que sí sabemos que los
buenos hábitos nos traerán efectos positivos en nuestra vida, como por ejemplo: si practicamos de manera regular ejercicio
nos generará un bienestar físico y mental, las personas se sienten mucho mas
dinámicas y activas, también sabemos que los buenos hábitos de descanso nos
permitirán un buen desempeño en el día ya que, se reduce la somnolencia y
mejora el rendimiento, entonces que esta ocurriendo hoy que al parecer nos
dejamos influenciar por otros tipos de hábitos.
¿Que ocurre hoy en la sociedad con nuestros hábitos?
La sociedad actual avanza a pasos agigantados, la tecnología,
nuevas formas de vida, escaso tiempo para disfrutar en familia producto de
jornadas tan extensas, a nuestro parecer
el tiempo se hace escaso para compartir,
entonces menos tiempo existe para poder vivir y promover los buenos
hábitos, inevitablemente se ponen en practica los hábitos nocivos para nuestra
salud.
Todos tenemos una rutina para vivir, aquella nos permite funcionar
de una manera más fácil por lo que comer en un servi-centro o un local de
comida rápida es mucho más simple y nos permite tener más tiempo para otras
cosas, lo mismo ocurre con nuestro descanso. Hoy las jornadas son tan extensas
que en muchos casos no permiten la práctica de actividad física, se pasa la
mayor parte del día realizando practicas con poco desgaste energético además se
suma que ya casi no hay tiempo para compartir en familia ¿entonces que hacemos?
El cerebro asimila los hábitos cuando son rutinarios pero no puede distinguir
cuáles son buenos o malos, entonces si estamos inmersos en una cotidianidad que
invita a seguir hábitos nocivos se hace urgente promover un cambio de rutina en
beneficio de la salud.
Si los hábitos son asociados a practicas rutinarias adquiridas por
repetición y asimiladas por el celebro, quiere decir que cerca del 90% de los
chilenos poseen hábitos nocivos asociados al sedentarismo, ante esta realidad
se hace urgente buscar estrategias de cambio de hábitos, pero insistimos es una
tarea difícil porque el entorno insiste con enviar señales para continuar optando a los malos hábitos.
Ante esta realidad el gobierno ha planteado la necesidad de
concentrar esfuerzos en la prevención y promoción de una vida saludable, es así
como surge el programa “Elige vivir sano”
(2013), que tiene como
propósito promover hábitos y estilos de vida saludables para mejorar la calidad
de vida y el bienestar de todas las personas.
Entendiendo que se están tomando las medidas
para poder combatir los malos hábitos estos solo se pueden cambiar siempre y cuando se tenga conciencia que "Los hábitos
nunca llegan a desaparecer. Quedan grabados en las estructuras de nuestro
cerebro, lo cual es una gran ventaja para nosotros, porque sería terrible que
después de cada vacación tuviéramos que aprender a conducir de nuevo. El
problema radica en que el cerebro no diferencia entre los buenos y los malos
hábitos; por eso, si tienes uno malo, siempre te estará acechando, esperando
la señal y la recompensa" (Ann Graybiel 2003).
Para cambiar los
hábitos que consideramos que están provocando dicha conducta que no nos gusta o
provoca daños a nuestra salud, Charles Duhigg (2012) propone que para lograr cambio de hábito es necesario
utilizar la misma señal y proporcionarnos la misma recompensa de esta manera
cambiar la rutina y como consecuencia cambiar de hábito. Se recomienda no intentar abandonar la decisión
de cambiar, una vez que se es consiente y se toman medidas de cambios es
necesario permanecer y buscar un sustituto que entregue la misma recompensa al
hábito que se busca corregir.
Finalmente, los
habitos sean buenos o malos están estructurados de acuerdo a las experiencias
de vida, a la sociedad y organizaciones.
En la actualidad el entorno se ha propuesto enviar diferentes tipos de señales
es por eso que se recomienda que para lograr la adquisión de buenos habitos,
saludables y que permiten el bienestar de las personas hay trabajar en
conjunto, es necesario que el entorno envie las señales correctas además de
tener conciencia de que conductas o señales son nocivas para la persona y de
esta manera evitarlos, sino nos veremos envueltos en la perdida total de los buenos hábitos.
Referencias Bibliográficas:
§ Charles Duhigg. Ed.
Uranol. (2012) El poder de los
habitos.
§ Jimenez M. et al (2007) Bienestar psicológico y hábitos saludables:
¿están asociados a la práctica de ejercicio físico? Universidad de Granada
(España). Int J Clin
Health Psychol, Vol. 8, No 1
§ Munguía R. (2013). Los 7 hábitos de la gente altamente nociva. Ed. Diana.
