sábado, 13 de junio de 2015

CUERPO Y MENTE, EL REFLEJO DE NUESTRAS EMOCIONES

Podemos dimensionar que desde este ámbito en la vida cotidiana, está el carácter accesible y problemático de los fenómenos afectivos que van directamente ligados al comportamiento de nuestro cuerpo, debido a que constantemente estamos envueltos en situaciones que provocan alegría, felicidad o simplemente lo contrario; tensión, estrés. El cuerpo responde a la manera de como ud. piensa, siente y actúa lo que conocemos como el fiel reflejo de la conexión que existe entre el cuerpo y la mente, cuando se suele estar pasando por un cuadro de estrés o ansiedad el cuerpo intenta alertar, haciendo que el sistema inmune actué de manera sorpresiva provocando diferentes estímulos, ya sea generando una depresión, una ulcera, entre otras.


Según James y Lange (1884) las emociones son una secuencia de sucesos que comienzan con la ocurrencia de un estímulo y finaliza con una experiencia emocional consciente.
“La sensación de que controlamos razonablemente nuestra vida cotidiana es también un componente esencial de nuestro equilibrio emocional, pues alimenta la confianza en nosotros mismos y  nuestras facultades”. Rojas Marco, L. (2011).


Si bien nuestro cuerpo es el reflejo exterior de nuestra vida interna; podemos darnos cuenta que el estado natural de todo ser humano es el equilibrio corporal, además del psicológico y  energético que poseemos, cualquier carencia que suframos en algunos de estos aspectos quebranta la deseada armonía apareciendo las enfermedades y las limitaciones.


“Entonces, podemos afirmar que el CUERPO es el reflejo objetivo de la MENTE, por lo que se desprende que cada parte y función del Cuerpo representa de forma tangible una parte y función de la Mente. De hecho, las partes de nuestro cuerpo que no funcionan bien son el reflejo de las partes de nuestra mente que tampoco funcionan bien. Cuando hay una tensión en un lugar concreto del cuerpo, es el reflejo de una tensión en un área concreta de la consciencia, que se corresponde a una parte ó área específica de la vida”. Montseny , R. (2002).


Los individuos cuando se encuentran en una etapa de adultez, dirigen la mente, provocando que el cuerpo responda frente a todas las emociones que se registran, ya que la evolución de la personalidad cambia su sentido y pasa a ser psico-somático, nos referimos a esto como la mente en dirección al cuerpo. Los pensamientos, ideas, emociones, procesos mentales o sentimientos influyen en el cuerpo físico de una manera significativa, como por ejemplo el proceso que conlleva  contraer una enfermedad. En esta etapa de la vida el cuerpo se convierte totalmente en una pantalla que refleja la mente y todo síntoma, tensión, reacción, limitación ó bloqueo será la manifestación física de un conflicto mental.







 Referencias Bibliográficas

  • Rojas Marco, L. (2011)  Nuestra incierta vida normal.
  • Montseny , R. (2002) Integración Cuerpo Mente. Editorial Ediciones Indigo  ISBN : 84-89768-73-0

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