Podemos dimensionar que desde este ámbito en la vida
cotidiana, está el carácter accesible y problemático de los fenómenos afectivos
que van directamente ligados al comportamiento de nuestro cuerpo, debido a que
constantemente estamos envueltos en situaciones que provocan alegría, felicidad
o simplemente lo contrario; tensión, estrés. El cuerpo responde a la manera de
como ud. piensa, siente y actúa lo que conocemos como el fiel reflejo de la conexión
que existe entre el cuerpo y la mente, cuando se suele estar pasando por un
cuadro de estrés o ansiedad el cuerpo intenta alertar, haciendo que el sistema inmune
actué de manera sorpresiva provocando diferentes estímulos, ya sea generando
una depresión, una ulcera, entre otras.
Según James y
Lange (1884) las emociones son una secuencia de sucesos que comienzan con la
ocurrencia de un estímulo y finaliza con una experiencia emocional consciente.
“La sensación de que controlamos razonablemente
nuestra vida cotidiana es también un componente esencial de nuestro equilibrio
emocional, pues alimenta la confianza en nosotros mismos y nuestras facultades”. Rojas Marco, L. (2011).
Si bien nuestro cuerpo es el reflejo exterior de nuestra vida
interna; podemos darnos cuenta que el estado natural de todo ser humano es el
equilibrio corporal, además del psicológico y
energético que poseemos, cualquier carencia que suframos en algunos de
estos aspectos quebranta la deseada armonía apareciendo las enfermedades y las
limitaciones.
“Entonces, podemos
afirmar que el CUERPO es el reflejo objetivo de la MENTE, por lo que se
desprende que cada parte y función del Cuerpo representa de forma tangible una
parte y función de la Mente. De hecho, las partes de nuestro cuerpo que no
funcionan bien son el reflejo de las partes de nuestra mente que tampoco
funcionan bien. Cuando hay una tensión en un lugar concreto del cuerpo, es el
reflejo de una tensión en un área concreta de la consciencia, que se
corresponde a una parte ó área específica de la vida”. Montseny , R. (2002).
Los individuos
cuando se encuentran en una etapa de adultez, dirigen la mente, provocando que
el cuerpo responda frente a todas las emociones que se registran, ya que la evolución
de la personalidad cambia su sentido y pasa a ser psico-somático, nos referimos
a esto como la mente en dirección al cuerpo. Los pensamientos, ideas,
emociones, procesos mentales o sentimientos influyen en el cuerpo físico de una
manera significativa, como por ejemplo el proceso que conlleva contraer una enfermedad. En esta etapa de la
vida el cuerpo se convierte totalmente en una pantalla que refleja la mente y
todo síntoma, tensión, reacción, limitación ó bloqueo será la manifestación
física de un conflicto mental.
Referencias Bibliográficas
- Rojas Marco, L. (2011) Nuestra incierta vida normal.
- Montseny , R. (2002) Integración Cuerpo Mente. Editorial Ediciones Indigo ISBN : 84-89768-73-0
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